viernes, 17 de enero de 2025

EL IMPERIO BIZANTINO

Año 324 de nuestra era, Constantino ejerce de emperador del Imperio Romano y decide crear o mejor dicho refundar una nueva ciudad que supere a Roma en edificaciones, cultura y economía. Así la antigua ciudad de Bizancio, puente entre oriente y occidente pasa a llamarse Constantinopla y en ella el emperador vierte todos sus sueños y proyectos sobre lo que él creyó que sería la nueva Roma.


Constantino es el emperador que instala el cristianismo en el imperio y tras 300 años de persecuciones y martirios el cristianismo deja de ser perseguido por el Imperio Romano. 

Años más tarde en el año 395, Teodosio el último emperador del gran Imperio Romano divide el imperio entre sus dos hijos: Flavio Honorio el Imperio Romano de Occidente con capital en Roma y el Imperio Romano de Oriente a Arcadio su hijo mayor con capital en la nueva ciudad de Constantinopla.


 









JUSTINIANO (482-565)
Es en el siglo VI cuando el Imperio alcanza su máximo esplendor. Justiniano (527-565) quería restablecer la grandeza del antiguo Imperio Romano y llegó hasta nuestra zona. En Cartagena se pueden observar los restos de un barrio bizantino. Pero todos los esfuerzos de Justiniano se pierden con su muerte y una nueva cultura empieza a abrirse paso en el siglo VII  en Siria, Palestina y Egipto: los musulmanes. A partir del siglo XI Bizancio atraviesa una profunda crisis y en 1453 los turcos conquistan Constantinopla poniendo final al imperio.



ACTIVIDADES:
1. ¿A quién debe el nombre Constantinopla?
2. ¿Qué territorios conquistó Justiniano?
3. ¿Cuál era el objetivo de estas conquistas?
4. ¿Qué indican las flechas que aparecen en el mapa del siglo VI?
5. ¿Cuál es la capital del Imperio Romano de Occidente y cual la de Oriente?
6. ¿Por qué la situación de Constantinopla era favorable para el comercio?
7. ¿Qué territorios comienza a perder Bizancio en el siglo VII y quién se los arrebató?

LA SOCIEDAD Y EL ARTE BIZANTINO. LA CATEDRAL DE SANTA SOFÍA

La sociedad bizantina se organizaba en tres niveles:

A. Aristocracia y altos cargos de la iglesia que poseían grandes latifundios y ocupaban puestos en el gobierno y la administración.
B. Nivel intermedio: clero, funcionarios del estado, ricos comerciantes y campesinos libres
C. Nivel inferior: Siervos y esclavos


La Iglesia en Bizancio y sus problemas:



La Iglesia ejerció una gran influencia sobre la sociedad bizantina. De hecho, estuvo estrechamente vinculada al poder político, pues coronaba al emperador; poseía grandes propiedades, y controlaba espiritualmente a una sociedad donde las disputas religiosas solían mezclarse con las sociales. Sin embargo, tuvo que hacer frente a dos graves problemas:



– Las luchas iconoclastas se originaron cuando algunos emperadores prohibieron el culto a las imágenes sagradas, o iconos, buscando reducir el poder de los monasterios y apropiarse de sus bienes. La prohibición desató graves conflictos sociales entre los siglos VIII y IX, aunque al final se impuso el culto a las imágenes.

– El Cisma de Oriente se debió a la rivalidad entre el patriarca de Constantinopla y el papa de Roma por su primacía sobre la cristiandad. Terminó en 1054 con la separación o cisma entre la Iglesia occidental o romana y la oriental. Esta última, que pasó a llamarse Iglesia ortodoxa, extendió su área de influencia por Europa oriental con la evangelización de los pueblos eslavos.

El arte bizantino

– En la arquitectura se utilizaron materiales pobres como el ladrillo; columnas como soporte; arcos semicirculares; y cubiertas planas o abovedadas, especialmente la cúpula sobre pechinas. El edificio principal fue la iglesia, que adoptó planta rectangular, cuadrada, octogonal o de cruz griega. Los ejemplos más destacados son la basílica de Santa Sofía de Constantinopla, encargada por Justiniano; y la iglesia de San Vital, en Rávena, ambas del siglo VI.




– Los mosaicos decoraban las paredes y cúpulas del interior de las iglesias. Entre los más famosos figuran los de San Vital de Rávena, que representan al emperador Justiniano y a su esposa Teodora, con su séquito, llevando ofrendas a la iglesia.


– Los iconos eran imágenes religiosas. En su mayoría estaban pintadas sobre tabla y solían emplear el dorado en la representación. Su forma de representar escenas religiosas y las imágenes de Jesucristo, la Virgen y los santos ejerció una gran influencia en el arte posterior.