domingo, 17 de abril de 2016

MITOLOGÍA GRIEGA

UNA HISTORIA DE AMOR. EROS Y PSIQUE (AMOR  Y ALMA)





Psique era una de las tres hijas del rey de Anatolia. Su belleza era tal que hasta la mismísima Afrodita moría de celos y envidia. Así un día Afrodita encomendó a su hijo Eros que lanzara a Psique una de sus famosas envenenadas flechas para que Psique se enamorara del hombre mas feo y bruto que encontrara. Eros decidido a disparar su arco queda petrificado al contemplar la belleza de Psique e incapaz de disparar la flecha secuestra a Psique para llevarla a su palacio, lanzando la flecha al fondo del mar.

Eros teme la furia de su madre la poderosa Afrodita, si ésta se enterase que ha quedado perdidamente enamorado de Psique y que vive junto a ella en su palacio su cólera sería destructiva. Así que ama a Psique todas las noches pero le prohíbe volverse para ver su cara. Los amantes disfrutan felices de su amor y Psique se siente feliz de ser amada por un ser tan dulce pero al que nunca ha visto la cara.

Un día le pide a Eros que la deje marchar para ver a su familia. A la mañana siguiente, Psique parte a ver a su familia. Todos la recibieron con gran alegría pero sus hermanas cuando la vieron tan feliz, no pudieron contener la envidia y no pararon hasta que la pobre Psique confesó que jamás había visto la cara a su amante. Las malvadas y envidiosas hermanas no descansaron hasta convencer a Psique de la necesidad de descubrir quién era su marido.




Así, las hermanas de Psique la convencieron para que en mitad de la noche encendiera una lámpara y observara a su amado, asegurándole que sólo un monstruo querría ocultar su verdadera apariencia.Y así lo hizo. Psique volvió al palacio en el que vivía con Eros y siguiendo el plan de sus hermanas descubrió que su marido era un joven de gran belleza. Emocionada por el descubrimiento le tembló la mano que sostenía la lámpara, dejando caer una gota de aceite hirviendo sobre su amado. Al sentirse quemado Eros se despertó y decepcionado por la falta confianza de su amada se marcha en el acto para no volver jamás.


Sola y desamparada, sin la protección de Eros, Psique se dedicó a errar por el mundo perseguida por la cólera de Afrodita que seguía indignada ante tanta belleza. Ninguna divinidad la quiso acoger y finalmente cayó en manos de la diosa que la encerró en su palacio y le atormentó de todas las maneras posibles.
Sola y desamparada ,sin la protección de Eros, Psique se dedicó a errar por la cólera de Afrodita hace bajar a Psique a Hades para pedir a Perséfone, la reina del inframundo, un poco de su poción de belleza que Psique debería guardar en una caja negra que Afrodita le dio, ya que la hermosura del inframundo es mortal al tacto humano.


Psique subió a una torre, decidiendo que el camino más corto al inframundo sería la muerte pero una misteriosa voz la detuvo en el último momento y le indicó una ruta secreta que le permitiría entrar y regresar aún estando con vida, además de aconsejarle cómo engañar al perro Cerbero, contentar a Caronte y cómo cruzar los otros peligros de dicho sendero. Siguiendo las indicaciones, Psique apaciguó a Cerbero con un pastel de cebada y pagó a Caronte un óbolo para que le llevase al Hades. En el camino, vio manos que salían del agua. Una voz le dijo que les tirase un pastel de cebada, pero ella rehusó. Una vez allí, Perséfone conmovida por su hazaña, dijo que estaría encantada de hacerle el favor a Afrodita. Una vez más pagó a Caronte y le dio el otro pastel a Cerbero para volver.

Psique abandonó el inframundo y su curiosidad la volvió a traicionar. Decidió abrir la caja y tomar un poco de la belleza para sí misma, pensando que si hacía esto, Eros le amaría con toda seguridad. Para su sorpresa del interior brotó un «sueño estigio», o sea un vapor narcótico que sume en la amnesia a los muertos cuando llegan al Hades. Psique quedó profundamente dormida cual bella durmiente.


Mientras tanto Eros sufría enormemente pues era incapaz de olvidar a Psique. Cuando supo que estaba sumida en un sueño mágico no lo pudo soportar más, voló hacia ella y la despertó de un flechazo; después subió al Olimpo para rogar a Zeus que le permitiese casarse con ella aunque fuese mortal. Zeus se compadeció de Eros y otorgó la inmortalidad a Psique haciéndole comer Ambrosía. Después apaciguó la cólera de Afrodita y ordenó el casamiento de Eros y Psique, que duraría para siempre.

La boda de los dos enamorados se celebró en el Olimpo con gran regocijo.

Afrodita, olvidando sus rencores bailó en la boda de Eros y Psique, y fruto de su unión tuvieron una hija llamada Hedoné (para los griegos) o Voluptas (para la mitología romana), la personificación del placer sensual y el deleite.

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