La difusión de las ideas de la Ilustración y su vinculación a la nueva clase social: la burguesía, lleva aparejada el nacimiento de un nuevo movimiento artístico: el arte Neoclásico que con su pureza de líneas y su búsqueda del orden y la armonía, es el arte del siglo de las revoluciones.
El uso de la RAZÓN nos aleja del Barroco y Rococó, se abandona la abundancia decorativa y se busca el EQUILIBRIO, la SERENIDAD buscando su inspiración en el arte clásico de la antigua Grecia y Roma. Aparecen temas de carácter heroico y/o patriótico en pintura y destacan los pintores Jacques L. DAVID y Jean A. INGRES.
Ingres. Napoleón entronizado,1806. Museo de la Armada, París |
Ingres, La gran odalisca, 1814. Museo del Louvre, París |
J.Louis David. El asesinato de Marat. 1793.Museo Bellas Artes. Bruselas La coronación de Napoleón, JL David, 1807. Museo Louvre
En escultura, el movimiento neoclásico alcanza su mayor expresión en la figura del escultor italiano Antonio Canova que se trasladó a Francia, a la corte de Napoleón y esculpió para él y su familia algunas de sus obras maestras. Os dejo aquí una de ellas: Paulina Bonaparte esculpida en mármol blanco como si fuera una diosa del Olimpo: la bellísima Venus.
Eros y Psique. Canova. Museo del Louvre. París.
Y si nos referimos a la Arquitectura, aquí también se aplican los principios racionalistas ilustrados. Formas simples, pureza de líneas sin decoraciones innecesarias. Elementos del arte clásico griego y romano: columnas, frontones... Madrid se llena de edificios neoclásicos: La Puerta de Alcalá, el Palacio de las Cortes, el Museo del Prado..... |
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