En 1939 tras finalizar la Guerra Civil española miles de republicanos huyeron de España buscando asilo político, muchos de ellos fueron encerrados en campos de concentración en las playas francesas con muy duras condiciones de supervivencia: Campo de Gurs, Campo de Argelès-sur-Mer, Campos de Saint-Cyprien y Barcarès, Campo de Septfonds, Campo de Rivesaltes.
El exilio se produjo mayoritariamente, de Madrid a Valencia, desde allí a Barcelona, Girona, Figueres hasta llegar a la frontera. La huída fue dura, en las cunetas quedaban abandonados recuerdos, enseres, ropa etc.. en muchas ocasiones la marcha era interrumpida por el bombardeo de las tropas franquistas a los refugiados que huían. El recibimiento del entonces primer ministro francés Daladier no fue muy acogedor: las familias fueron separadas y gran parte de la sociedad francesa sintió cierta repulsión hacia aquel exiliado que cruzaba la frontera en. Si bien las mujeres y los niños eran vistos como víctimas inocentes de la guerra, los ex combatientes sin embargo fueron acusados de utilizar a estas mujeres y niños para protegerse tildándoseles, entre otros adjetivos despectivos, como êtres repoussants, malpropres, fuyards, déserteurs et des indésirables….
Muchos terminaron en Matthaussen, otros se alistaron al ejército francés y fueron los primeros en entrar a liberar París con “la nueve” la mítica compañía formada por españoles bajo el mando del general Leclerc.
Uno de esto exiliados fue el poeta Antonio Machado……
El diario de Machado con licencia literaria donde hemos "recreado" el viaje del poeta rumbo al exilio........
1938.
Los bombardeos en Valencia no cesan. La gente tiene la mirada triste, ¡ los que te miran!, el resto va por la calle con la mirada baja. La gente tiene hambre…..hambre y tristeza. Salimos rumbo a Barcelona, buscando escapar de todo este dolor.
Enero de 1939.
Barcelona, las sirenas suenan, el bombardeo ha comenzado de nuevo. Tengo 63 años y no me reconozco, estoy viejo y enfermo… y triste….muy triste.
22 de Enero de 1939.
El coche está esperando fuera. Dejo mi España querida. Salimos camino del exilio. Mi mejor traje azul marino, limpio, recién planchado. En mi mano llevo un maletín con mis últimos poemas. ¿Quién en medio de la noche y en un coche puede anotar sus pensamientos en un diario? ¿Huímos hacia la libertad?
22 de Enero de 1939.1:00 h.
La caravana hacia la frontera es larga, veo solo tristeza a mi alrededor. Vehículos, gente caminando, carros, camiones, ambulancias. Una espesa fila llena de negrura y tristeza… Hemos de bajar del coche, abandonar maletas, recuerdos, poemas…¡Qué triste y fría noche de parias y abandonados! Comenzamos a caminar, y yo caminante eterno en el último viaje no retorno, llueve….nos rodea una multitud desesperada, calados hasta los huesos camino por las sendas a las que nunca he de tornar, yo, caminante de toda la vida …la tristeza empapa mis ropas, mis huesos, mi alma……. Parados en Cerbere esperando documentación y papeles recuerdo el sol de mi infancia en un patio de Sevilla, buscando al menos calentar mi alma, y no encuentro consuelo... El tren, los apretones, el olor a las lanas mojadas, el olor de la tristeza con la que he abandonado la patria mía...
23 de Enero de 1939. Colliure
. ¡Qué ironía para mi alma es este pueblo tan alegre!. Desde el hotel diviso la plaza donde gritan los niños, Pauline, la dueña del hotel, hace todo lo posible por alegrarme la estancia. Mi madre está cansada. Ella desvaría con frecuencia, se imagina en Sevilla...
18 de Febrero de 1939.
Estoy tan cansado… Quiero ver el mar. Le pido a mi hermano José que me acompañe. Nos sentamos en las barcas que reposan en la arena. Siento que está al partir la nave que nunca ha de tornar y, más que nunca, ligero de equipaje, siento arder mis pulmones...
20 de Febrero de 1939.
Tengo guardado un pequeño cofre con un puñado de tierra. Cuando veo a Pauline en el pasillo le digo :”Es tierra de España, si muero en este pueblo quiero que me entierren con ella”.
El 22 de Febrero de 1939, miércoles de ceniza, el poeta entró en coma y murió a las tres y media de la tarde. "Y cuando llegue el día del último viaje, y esté al partir la nave que nunca ha de tornar, me encontraréis a bordo ligero de equipaje, casi desnudo, como los hijos de la mar."
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